Ilusión de frecuencia (ver fantasmas por todas partes)

Llevo sobredosis de fantasmas esta semana.

¿Te conté que fui a un Scape Room tipo casa del terror donde había un muerto vivo que nos asustaba?

Salí de allí que me temblaban las piernas de la tensión.

¡Ojú! ¡Qué susto! Como diría mi abuelo, que era andaluz.

Pero es que no contenta con eso, la noche siguiente, me fui a ver la peli 'Misterio en Venecia'. 

Está basada en una novela de Agatha Christie en la que su afamado Poirot tiene que resolver un misterio en un palacio de Venecia en el que supuestamente habitan fantasmas.

No te desvelo nada, porque esto sale en el tráiler, pero hay una escena en la que Poirot está en un baño lavándose las manos y se le aparece la clásica imagen de terror de la niña de la cuva reflejada en el espejo.

¡Ojú!



Bueno, pues volví a casa.

Sola.

Y no es que tuviese miedo, pero yo qué sé...

Cuando fui al baño a lavarme las manos hablaba en voz alta, por si acaso.

Me miré al espejo y me hice la simpática con el fantasma.

En plan...

No, eh, no te vayas a aparecer ahora que me das un susto de muerte, ¿verdad que no me quieres dar un susto de muerte? Claro que no, si eres un fantasma majo...

Y por si acaso también abrí la cortina de la ducha, porque estaba cerrada y me daba mal rollo.

No fuera a ser que el fantasma estuviese ahí detrás y me fuese a dar un susto.

Prefería dárselo yo antes.

Adelantarme.

JAJAJAJA

El caso, que esto de ver fantasmas donde no los hay cuando has tenido una sobredosis de fantasmas, se parece a un fenómeno que se llama ilusión de frecuencia.

Y es, básicamente, que cuando te hablan de algo que por lo que sea te empieza a interesar o te emociona, empiezas a verlo por todas partes.

Rollo...

Te gusta uno que se llama Juanito y ahora todas las fruterías, colmados, barberías y demás negocios de barrio se llaman Juanito.

Y no es que sea así, es que, simplemente, tú estás más atenta a eso porque el Juanito en cuestión te pone mucho.

Entonces lo ves por todas partes.

Bien.

Esto puede empezar a pasarle a tu cliente potencial con lo tuyo.

Y no es que queramos volverlo loco, es que, simplemente, es lo que pasa cuando uno se interesa por algo en lo que hemos conseguido involucrarlo emocionalmente.

Para hacer la magia de la ilusión de frecuencia en tu público, tienes que pasar antes por aquí…

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