ChatGPT: mi opinión sincera
¿Sabes cuando eres pequeño, has hecho una trastada, y antes de que te descubran ya estás gritando ¡Yo no he sido! ¡Yo no he sido! con cara de no haber roto un plato en tu vida pero que no se lo cree nadie?
Pues es un poco lo que les pasa a los que andan justificando que ChatGPT no les va a quitar el trabajo.
Que como lo que ofrecen tiene poco o ningún valor, pues tienen miedo.
¿Quieres saber mi opinión sincera de ChatGPT?
Pues que no me da ningún miedo.
Me parecía más divertido aquel chat de Ikea, Anna, que era súper borde cuando le decías algo inoportuno.
En ChatGPT he entrado y he trasteado, pero no tengo intención de utilizarlo para escribir webs.
¿Sabes por qué?
Porque si le pides a ChatGPT que te escriba los textos para una web fea pero rentable, te va a decir que tururú.
Ya se dijo que los fotógrafos se extinguirían con las cámaras Kodak Brownie y que la radio desaparecería con la llegada de la televisión.
Ahora se dice que los copywriters van a ser sustituidos por el ChatGPT y sus replicantes.
Teorías apocalípticas no nos faltan.
Lo que nos faltan son cabezas pensantes.
No replicantes.
Bueno.
Si tu cabeza es pensante…
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