Lo último que se pierde

Si vendes algo, que espero que sí, puede que esto te interese.

Que te interese o no, ya me importa menos.

Problema tuyo.

 

Mira.

Hablo con mucha gente que me dice...

«Ana, yo es que vendo tornillos, y para vender tornillos como que no veo lo de mandar un email cada día».

 

Yo a estas personas las miro como a los que me dicen que ya no creen en el amor.

Con pena.

A los que no creen en el amor los miro con pena porque han perdido la ilusión.

Y la ilusión es lo último que se pierde.

La esperanza no.

La ilusión.

 

En el caso de los vendedores de tornillos, no es por un tema de ilusión.

Me dan pena porque están ciegos como los topos.

A ver.

¿Quién querría vender tornillos todos los días pudiendo vender una vez al mes, o una vez a la semana?

No sé.

Llámame loca...

 

Pero bueno.

Antes de ponerte a mandar emails a lo loco, lo suyo es que arregles las páginas más importantes de tu web.

La que te sirve para captar suscriptores.

Y la que te sirve para vender.

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