Fútbol, miedo y paz
Fútbol.
Nunca me ha interesado.
Salvo cuando era muy pequeña que veía algún partido con mi padre, gritaba córner sin saber muy bien lo que estaba diciendo, jugaba en el patio del colegio con los chicos, pateaba la pelota cuando podía y una vez metí un gol.
Tengo un autógrafo de Butragueño.
Guardiola me parecía muy guapo.
Y Míchel.
Míchel me encantaba.
Precisamente ayer leí una entrevista a Míchel.
Más majo...
Dos cosas de la entrevista.
Le preguntan sobre el miedo en el campo.
Y él dice:
«Semifinales de la Copa de Europa, saltas a un estadio lleno y tienes enfrente, en tu banda, a Paolo Maldini. ¿Y qué haces? Porque ese tío es una bestia. Te convences de que estás preparado. Pero con miedo... y el miedo es lo que más me empuja a hacer las cosas; si no tengo miedo es que no estoy preparado».
La otra cosa...
Habla de un partido del 89 en el que a tres minutos de acabar la primera parte, se le hincharon las pelotas y se fue del campo. Lo hizo porque estaba hasta las narices de la presión, una presión que le llegaba en forma de murmullo, de silbidos.
Dice que cuando llegó al vestuario sintió lo que cree que sentirá cuando muera, que estaba en paz... «que hasta aquí hemos llegado».
Bien.
El miedo.
Cuando estás frente a un negocio, cuando vendes algo, tienes que tener miedo.
Miedo a poner tus reglas, miedo a perder clientes por mostrar tus precios, miedo a perder muchos otros por subirlos, miedo a decir las cosas distinto.
Porque si no pasas miedo es que algo estás haciendo mal. Estás haciendo lo que hace el resto, por miedo.
Y eso, a la larga, es cavarte tu propia tumba.
Tienes que tener miedo, pero no demostrarlo.
Míchel dice: «...te convences de que estás preparado».
Eso es.
Tienes que aparentar ser el mejor. Demostrar seguridad. Porque nadie quiere ir de la mano del más miedica.
Verás.
Cuando haces esto.
Cuando haces lo que te viene en gana con tu negocio y arriesgas.
Cuando lo haces seguro de lo que estás haciendo aunque te mueras de miedo por dentro...
Sientes esa paz de la que habla Míchel.
Y lo mejor de todo es que, a la larga, te va a ir mejor.
Eso es así.
Bien.
¿El copywriting sirve para esto?
Por supuesto.
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