No importa lo guapa o feo que seas, si necesitas un Cyrano…

Cyrano de Bergerac.

Además de soldado, poeta, narigudo, dramaturgo y pensador, fue, según la obra de teatro que le dio fama, un gran copywriter.

 

Me explico.

En la obra de Edmond Rostand, que además de representarse en teatros ha sido llevada al cine en más de una ocasión...

(Recordarás a Gérard Depardieu con capa negra y sombrero de ala ancha).

 

Bueno, pues en esa obra pasa lo siguiente:

Cyrano no es un soldado cualquiera.

Es un tipo inteligente, que no se corta un pelo en decir lo que piensa, bastante socarrón, además de un poeta sensible con una nariz tan grande como su enorme corazón.

Vamos, que es extraordinariamente listo pero feo como el demonio.

 

El meollo.

Cyrano está enamorado hasta las trancas de Roxana, una prima suya.

Esto de líos entre primos era normal en aquel entonces.

Pero Roxana está, a su vez, enamorada de Christian, un cadete simplón pero muy guapo.

Un novelón.

 

Lo que le pasa a Christian es que no le salen las palabras, no sabe qué decir para acabar de enamorar a Roxana...

Tiene la fachada, pero le falta el alma que posee Cyrano. El ingenio y las palabras para conectar profundamente con el alma de Roxana.

 

Así que, Cyrano empieza a escribir las cartas de amor que mandará Christian a Roxana. Y carta tras carta...

¡Stop! Lo que pasa después no es importante ahora.

 

Lo que importa es que Cyrano hace de copywriter para Christian.

Escribe sus cartas con un objetivo persuasivo.

Esto es lo mismo que el email marketing.

Lo mismo que una página de ventas.

 

Cyrano.

Cartas de amor.

Copywriting.

 

Pues bien...

No importa lo guapa o feo que seas... si necesitas que alguien escriba unas cartas persuasivas por ti, yo puedo ser tu Cyrano.

Tengo una nariz grande también y cierta gracia para la pluma.

Si me quieres de Cyrano…

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