Atención perro peligroso

Hablemos de disuasión.

Cuando uno teme a los ladrones lo normal es poner el clásico cartel que dice:

Atención perro peligroso o...

Propiedad protegida con alarma 24 horas non stop.

Que luego no hay perro lobo, ni alarma, ni nada de nada.

Y esto los ladrones lo saben.

 

Eso la mayoría.

Pero está la mayoría y luego está Bruna.

Bruna vivió un tiempo sola en una casa de campo.

Como tenía miedo de que entrasen los ladrones y le causasen más bien un disgusto que un desfalco, puso este cartel en la puerta:

 

Hola, ladrón.

Si has llegado hasta aquí es porque estás pensando en entrar en mi casa.

Vivo sola. No tengo joyas, ni objetos de valor, ni dinero.

Bueno, puedes encontrar 50€ en el segundo cajón de la cómoda de mi habitación.

¡Ah! Y si vienes un lunes en la cocina encontrarás los dulces caseros que prepara mi madre cada fin de semana.

Si quieres entrar, entra. Coge los 50€ y prueba los dulces, pero por favor no me revuelvas toda la casa buscando nada. Luego es un bajón y un trabajazo reordenarla.

Gracias por tu consideración.

Un saludo,

Bruna

 

¿Cómo te quedas?

Porque yo me quedé muerta y fascinada al mismo tiempo.

Vamos, que si soy el ladrón le pido matrimonio a Bruna. 

¿A que tú también quieres conocerla?

 

Bien.

Esto pasa cuando hay un texto escrito con cabeza.

Sorprende, suena diferente, estás ante algo interesante. 

Y no hay que hacer nada extravagante para ser interesante, solo contar las cosas con naturalidad y franqueza.

Y con cabeza.

 

Vale.

Si lo necesitas, yo puedo contar lo tuyo con cabeza, franqueza y sin perros lobos de por medio.

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