El fútbol femenino no interesa

¡Que bote la Reina! ¡Que bote la Reina!

Y la Reina botó.

Lo que no consiga el fútbol...

El partido de las chicas me ha generado un montón de ideas que contarte y tengo miedo de mezclar demasiados temas, pero bueno, corramos el riesgo.

Lo primero es que creo que igual tengo poderes premonitorios.

Ayer según vi a la Reina botar pensé en el comienzo de este email, pues bien, ya se me habían adelantado, lo vi como titular en La Razón.

Sin más.

El caso, que yo en el fútbol soy la típica que podría preguntar...

¿Por qué hay un jugador que va vestido de negro con un silbato en la boca?

JAJAJAJA

No, pero en serio.

No me ha interesado nada hasta los últimos mundiales, masculinos, en los que ganó Argentina.

¿Por qué?

No me preguntes por qué, porque no lo sé.

Entonces, el partido de ayer no lo vi porque estaba trabajando.

Normalmente no trabajo los domingos, pero ayer estaba acabando de escribir un curso de copywriting del que te hablaré en breve.

Stay tuned, como dirían los modernos. 

Bueno, que no vi el partido, pero sentí una gran emoción por la victoria de las españolas en el mundial, femenino, de fútbol.

Son unas grandes.

Y pensé: esto es un acontecimiento histórico.

Ahora las españolas, en concreto en Italia, no seremos sólo spagnolas calientes. 

Nos empezarán a ver como spagnolas calientes campeonas. 

O... Spagnolas campeonas calientes.

Lo que supone un gran avance en un país en el que, con el primer hombre con el que se me ocurrió hablar de nuestra emocionante gesta deportiva, lo primero que dijo fue...

Ah, yo es que el fútbol femenino no lo veo. Es menos emocionante, son más lentas, tiran la pelota con menos fuerza...

El fútbol femenino no interesa.

Y yo lo miraba y me entraba la risa, porque pensaba, si a este señoro le ponen un partido en el que, con la dichosa Inteligencia Artificial, le hacen creer que quien juegan son hombres cuando en realidad están jugando mujeres, estoy convencida de que no nota la diferencia.

Y se emociona igual.

El caso, que cuando volví a casa me dio por buscar en Google si realmente había diferencia entre un partido de fútbol de mujeres y de hombres en cuanto a velocidad, fuerza y esas cosas físicas.

Y encontré un artículo súper interesante que decía que sí, claro que hay diferencias, pero lo que hace que sea menos emocionante no son esas diferencias, es el sesgo mental del señoro que se sienta a ver el partido con el clásico mujeres tenían que ser en la boca.

Así que el artículo le da un zasca en toda la boca al señoro que dice esas tonterías. 

Y lo más fuerte, enlaza a un anuncio de Orange Francia en el que, usando la dichosa Inteligencia Artificial, te hacen creer que estás viendo a hombres hacer jugadas de "Oliver Benji los magos del balón", pero en realidad las que están jugando son ellas.

Toma zasca.

Y qué miedo, una vez más confirmo mis poderes premonitorios.

Pero volviendo al asunto de ¡Que bote la Reina! Y la Reina botó.

Oye, que me resultó tan simpática la escena, tan maja la Leti con la princesa allí celebrando como una más, que estoy valorando volverme monárquica.

Lo que no consiga el fútbol...

JAJAJAJAJA

No.

Pero lo de la monarquía y los españoles es extraño.

Ayer una amiga me preguntaba asombrada...

—Pero... ¿En España tenéis Reyes? ¿Tipo como en Inglaterra?

—Eh, sí, en España ni pinchan ni cortan, pero sí, los tenemos.

Y otra amiga flipa con que los tengamos y estemos tan panchos y no nos levantemos en armas a okupar el Palacio de la Zarzuela.

Y la verdad, da que pensar, porque somos muchos los que creemos que es una figura de la que podríamos prescindir, pero al mismo tiempo, seguimos tan panchos.

O al menos yo lo siento así: no los necesito, pero tampoco siento una aversión profunda.

Es como si no me molestasen, como si fuesen parte del decorado.

Y pensando en ello creo que en parte influye lo de que la Reina bote cuando las futbolistas se lo piden a gritos.

Que son los Reyes pero tiene sus salidas humanas.

El "campechanismo" heredado del emérito que los hace terrenales.

Aunque bueno, al emérito se le fue de las manos el "campechanismo".

Aún así, mira una cosa, un 42% de los hombres españoles afirma haber sido infiel alguna vez a su pareja. 

Por lo tanto, los líos de faldas de Juancar no hacen otra cosa que acercarlo al españolito medio, que se ve reflejado.

Y lo siente cercano.

Te puede gustar más o menos, pero así funcionamos.

Y saberlo no es suficiente, es necesario tener en cuenta los sesgos mentales y lo que nos hace humanos de cara a escribir cualquier texto para comunicarte con tus clientes potenciales.

Evidentemente, yo lo tengo siempre en cuenta en los servicios de copywriting que ofrezco.

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