Cómo ganar dinero con una newsletter

Palabras de una suscriptora...

Me fui y he vuelto porque de todas las newsletters, la tuya es la que más he echado de menos.

Te escribo por dos razones.

La primera es para contarte que tenemos algo en común el 99,9% de las mujeres, tú y yo: Estamos enamoradas de Julián hasta las trancas.

(Julián: Rodolfo Sancho en el Ministerio del Tiempo)

La segunda es que tienes más razón que un santo: no es compatible una web bonita con un copy bien hecho.

A ver, haber, aver, como diría el gran Isra Bravo...

Varias cosas.

La primera.

Esta suscriptora no es la única que me ha escrito para decirme que se dio de baja de mi newsletter pero que ha vuelto porque me echaba de menos.

Les ha pasado a otros.

Unos cuantos.

Bastantes.

Mira.

El otro día leía el típico post bien posicionado en Google bajo la búsqueda cómo ganar dinero con una newsletter.

Y el genio que lo había redactado recomendaba «escribir un email a la semana para no agobiar». 

Me meo.

Lección: ojo con los posts bien posicionados. 

La segunda.

...contarte que tenemos algo en común el 99,9% de las mujeres, tú y yo: Estamos enamoradas de Julián hasta las trancas.

Claro.

Si es que las pulsiones humanas son muy básicas y son siempre las mismas.

Lección: tenlo en cuenta a la hora de escribir los textos de tu web y de tus emails.

La tercera.

...tienes más razón que un santo: no es compatible una web bonita con un copy bien hecho.

Sí y no.

Verás.

Mi reclamo es que sólo escribo webs feas pero rentables, pero no es más que una provocación que con pocas palabras deja claro lo que hago para el que sabe de qué va esto del copywriting.

Me refiero al copy serio, no al de las plantillas.

Es decir.

Una web fea pero rentable también puede ser muy bonita.

Pero para ello es necesario un cambio de chip.

Desaprender lo que hemos aprendido que es una web: lo de las cajitas de colores, los slides, los iconos y esos recursos que muchas veces insultan la inteligencia del lector. 

Y pensar en la web como la página en blanco en la que escribir una carta.

Sabiendo jugar bien con sencillez, con los elementos gráficos y con la tipografía, una web fea pero rentable puede ser también muy bella.

Aunque suene contradictorio.

En fin.

Más de esto…

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