Vender miembro en servilleta
¿Alguna vez has dibujado un pene en una servilleta?
Apuesto a que sí.
Y además, después de hacerlo te ha entrado la risilla nerviosa.
Pues más risa nerviosa te va a entrar con esto que te voy a decir.
Se lo escuché a Monge Malo en una entrevista.
Atiende:
«Una vez que tienes 10.000, 20.000, 50.000 personas que leen tus emails todos los días, puedes vender cualquier cosa, podrías vender hasta un pene dibujado en una servilleta».
¿Cómo te quedas?
A mí esa imagen no se me olvida.
Me veo en casa, levantándome por la mañana, cogiendo una servilleta, dibujando una nariz y dos ojos, un plátano y dos naranjas, una barra de pan y dos huevos... o sea, un pene, y contemplando la servilleta como si fuese la Capilla Sixtina de Michelangelo (no la tortuga Ninja, me refiero al Buonarroti).
Vale no.
La idea no es vender penes dibujados, obviamente.
La idea es que vendas algo que tenga sentido, algo valioso.
Pero la imagen mental es potentísima.
Entiendes la importancia de crear tu propia audiencia un instante.
Es una idea que se te va a quedar pegada en la cabeza como un sugus en las muelas.
No lo vas a olvidar y no te conviene olvidarlo.
Sobre todo, si quieres hacer algo útil con la web de tu negocio.
Espera, que lo repito...
«Una vez que tienes 10.000, 20.000, 50.000 personas leyéndote todos los días, puedes vender hasta un pene dibujado en una servilleta».
Vale.
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