Rupert, te necesito
Mi peluquero no se llama Rupert, se llama Jaime.
Pero lo necesito con la misma intensidad que Victoria Abril necesitaba a Rupert.
Yo estoy en Palermo, él en Madrid, y entre unas cosas y otras no he podido ir desde Navidad.
Pensaba que estaba empezando a parecer la Pantoja, pero no, ya me acerco más a un miembro de La Kelly Family.
Será que no hay peluquerías en Palermo...
Pues sí, las hay.
Pero con el corte de pelo no se juega.
Al menos yo no me pongo en las tijeras de cualquiera.
¿Qué tiene de especial mi peluquero?
Pues no mucho.
Simplemente, siempre que voy salgo contenta con lo que me hace.
Y bueno, es un rato estupendo ir allí porque pone buena música, el masaje del lavado me deja grogui, y marujeamos un rato sobre nuestras vidas.
Nos ponemos al día.
Al final, no es más que una cuestión de confianza.
Confianza.
En eso se basan las relaciones duraderas con tus mejores clientes.
Y sí, la confianza requiere tiempo.
Pero la desconfianza puede ser instantánea.
Por eso hay ciertas cosas que es mejor que no digas en tu web.
Para no espantar.
Y hay otras que te conviene decir para empezar a crear ese vínculo.
Son cosas muy sencillas, pero probablemente contrarias a lo que siempre has pensado.
O a lo que te dicen muchos que tienes que hacer.
O a lo que pone tu competencia en su web y que erróneamente ya has copiado.
Vale.
Ahora podemos seguir jugando a las adivinanzas o ponernos serios y arreglar los textos de tu web.
¿Lo hacemos?
No si no te apuntas primero por mi newsletter…
Suscríbete a mi newsletter y descarga GRATIS un documento con: