Una Nochevieja con Stephen Hawking

Lo que una Nochevieja en la casa de Stephen Hawking me enseñó sobre la constancia y una felicitación de Año Nuevo 

Yo pasé una Nochevieja en la casa de Stephen Hawking. 

Te lo juro. Es cierto. No me gustan las mentiras ni los mentirosos.

¿Cómo acabé en esa casa? Eso es lo menos importante.

Poco importa que el tipo era alguien muy campechano a quien, entre lo que más le gustaba, estaba el karaoke y los fuegos artificiales.

Menos importante todavía es lo patética que yo me sentí. No fui capaz de abrir la boca en toda la noche salvo para comer y cantar en el karaoke.

Porque, ¿cómo hablas en inglés de agujeros negros? Del tema no tengo ni idea y el inglés bien, pero para hablar de la teoría de la relatividad no me llega.

 

Lo verdaderamente importante de todo esto es la fortaleza de este señor. Alguien que puso el foco en lo suyo y no se desvió jamás pese a los obstáculos de su enfermedad.

 

Vale, bien por Stephen.

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto contigo y conmigo?

Pues mucho.

Tú y yo tenemos un sueño y, para cumplirlo, tenemos que poner el foco, ser constantes y hacerlo bien. 

Poner el foco y no rendirnos frente a las adversidades (véase pandemia, enfermedad o crisis existencial).

Frente a las adversidades a veces estás solo. Pero para hacer las cosas bien puedes contar con otros. 

Uno no puede hacerlo todo solo y bien.

Yo te puedo ayudar a escribir textos para que lo tuyo funcione mejor. Y si lo tuyo funciona mejor, lo mío también. Y así, poco a poco, los dos estamos más cerca de cumplir nuestros sueños.

 

Así que, este es mi plan para 2021. Resistencia ante lo malo y ayudarnos para ser más fuertes ¿Te unes?

Si lo haces antes del 6 de enero te ayudo y además te hago descuento. Escríbeme.

 

Feliz Año Nuevo.

Yo pasé una Nochevieja en la casa de Stephen Hawkings por Ana Zaragoza copywriter.
 

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