La risa relaja mucho. Y además (esto te interesa anotarlo mentalmente) elimina la tensión en un proceso de venta. Te voy a contar algo de culos y de caras para que lo entiendas.

Estoy aprendiendo algo muy valioso de los palermitanos. Nada es imposible. No hay nada que el ingenio y la creatividad no puedan solucionar. Y no me refiero a la creatividad como un don especial, me refiero a la que tenemos absolutamente todos…

No sé si tú eres de los que traduce su web hasta en esperanto por esa ansiedad de llegar a cuantos más mejor... O eres de los que se hace un perfil de su cliente potencial que ni un agente del FBI. Le pones nombre, cara, sabes lo que come y lo que...

La que todavía me besa la frente si cree que tengo fiebre. La más susceptible. La más hermosa. La jara, como la llama mi padre. La mejor maestra de lengua (todavía me lo dicen los que pasaron por sus clases). La que devora libros…

Y dale con el rollo de la estatua engullida. Pues sí. En el correo de ayer te contaba que pensaba haber resuelto el misterio. Pues no. Estaba equivocada.

Alguien me dijo, que en un jardín de Palermo, había un árbol que había crecido tanto como para comerse literalmente una estatua. Aquello me pareció fascinante y me dejó atrapada a mí también. No en el árbol, en la historia.

Los tesoros no son solo cosa de piratas. Te voy a hablar de el tesoro de mi tatarabuelo, que parche en el ojo no tenía.

En 1885 Thomas Smith redacta el manifiesto para una publicidad exitosa. Y cuando sepas lo que dice, te vas a arrepentir de no estar aprovechando la herramienta más rentable que tienes a tu alcance para impactar en tus clientes potenciales.

Un amigo me dijo: «Ana, en ese jardín hay un ficus centenario que se ha comido una estatua, tenemos que encontrarlo».

Estaba la pandemia, luego una guerra y ahora solo existe la bofetada de Will Smith. No paro de ver gente escandalizada condenando la reacción de Will Smith.

En el mail de ayer escribí dos veces mangerazos. Quería decir manguerazos. Sí, a veces tengo despistes ortográficos. En otro email dije bilguerías en lugar de virguerías. Oh, esta sí que es gorda.

Hay un problema que tienen la mayoría de las webs. Bueno, varios, pero hay uno muy común. Los puntos de fuga. ¿De qué va esto?

Las camas de muelles eran camas muertas. Las camas de agua eran el sueño placentero no solo de dormir sobre un pedazo de océano. Se convirtieron también en un sueño erótico y los vendedores se dieron cuenta…

Mostrarte vulnerable te hace más humano. Y ser humano te hace ganar importantes batallas. Ventas. O besos.

Quieres vender online y te haces una web. Como no tienes ni puñetera idea del valor del copywriting, porque te crees que es algo que tiene que ver con los derechos de autor, pues escribes tú los textos.

Cosas que matan ventas y lo que no las mata que tiene que ver con el papel de Brad Pitt en ‘Leyendas de Pasión’.

Si vendes algo, que espero que sí, puede que esto te interese. Que te interese o no, ya me importa menos. Mira. Hablo con mucha gente que me dice...

Dicen que los niños y los borrachos dicen la verdad. Y a veces también algún nazi. No sé si tienes presente a Joseph Göbbels, famoso por decir que «una mentira repetida mil veces se convierte en verdad».

Nos gusta resolver enigmas. Es superior a nuestras fuerzas, necesitamos completar el puzzle. Por eso, apelar a la curiosidad es tan efectivo. Por eso, las series de asesinatos enganchan tanto.

Yo no sé si tú vendes algo o no. Servicios, productos, ladrillos o tornillos. Da igual lo que sea. Hay una forma mucho más sutil de estar ahí, insistiendo, pero sin perseguir a nadie.